Trimálaga Universidad de Málaga

Casa Señorial en Alameda Principal Nº18

Casa Señorial en Alameda Principal Nº18 Raquel Pérez Villar
23 mar 2010 Realizado por: Raquel Pérez Villar

La Alameda surgirá en la denominada playa de San Andrés, un amplio e inhóspito arenal al sur del trozo de muralla comprendido entre la Puerta de Espartería y el Castillo de San Lorenzo. Dicha playa se extendía por el otro lado del río de donde recibía su nombre del baluarte de San Andrés. Así, lógicamente los primeros asentamientos urbanos aparecen en la zona más próxima a la muralla.

Acerca de este proyecto


El edificio de la Alameda 18, como estos otros inmuebles analizados pertenecientes a finales del s. XVIII, responden cronológicamente a los últimos años del Barroco en los que se pone de moda un lenguaje clasicista que acarreó un importante cambio de concepciones en la arquitectura; cambio dirigido por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Sin embargo, y comparando con lo ocurrido en otros países europeos, la fuerza del clasicismo en España es muy cuestionable. El propio Ventura Rodríguez lo interpretará como un simple cambio de ornamentación, un nuevo lenguaje formal más que una verdadera opción espacial. Es por ello que a partir de la década de los cincuenta el germen de la nueva arquitectura de influjo europeo tuvo en España su máximo exponente más que en Ventura Rodríguez en J. de Villanueva y como concepción arquitectónica se oponía tanto al barroco como a la arquitectura del primero.

El Barroco clasicista que podemos detectar en la arquitectura malagueña a finales del s. XVIII, más que una verdadera opción al barroco significó un nuevo lenguaje a menudo conjugado con los elementos propios del estilo anterior. No se puede afirmar que exista a consecuencia de esta moda clasicista una verdadera concepción racionalista en nuestra arquitectura doméstica. Incluso si en Madrid se puede contar con 1734 (Año del incendio de la antigua Alcázar de los Austria, donde se construirá el palacio Real) como fecha emblemática de la introducción del barroco clasicista en Málaga, no se puede definir con tanta precisión su comienzo. Igual ocurre con el neoclasicismo, estilo que no llegó a cuajar en nuestra arquitectura más que en el diseño del Palacio de la Aduana o en algún otro edificio aislado.

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