Trimálaga Universidad de Málaga

Manzanas I a XIX

Manzanas I a XIX Marcos Antonio Cabeza Canela
24 mar 2010 Realizado por: Marcos Antonio Cabeza Canela

Esta zona se sitúa en el centro de la ciudad, mas concretamente en el suroeste a partir de la zona intramuros hasta la calle Nueva.

Acerca de este proyecto

El número de casas que componen la ciudad a mediados del siglo es, aproximadamente 4.375.

En cuanto a la superficie de la casa malagueña, ésta es por regla general bastante reducida, especialmente en el centro urbano y alrededores inmediatos al mismo en donde la compartimentación del espacio es más acusada, como producto del interés que despierta el sector intramuros por constituir la zona privilegiada.

Por su parte, la renta que se estipula por la casa se establece fundamentalmente en relación a dos factores: la situación espacial de la misma y la superficie construida. No obstante, predomina la ubicación frente a la dimensión. Así, no resulta extraño que casas con igual superficie tengan asignadas rentas diferentes, ya se trate del centro de la ciudad o de la zona extramuros. Incluso en la parte centro estas varían en función de la proximidad a aquellos puntos clave a nivel comercial y administrativo como es el caso concreto de las altas rentas que suponen las cercanías a Plaza Mayor o a la Puerta del Mar. En cambio, en los barrios es inferior y desciende conforme la casa se sitúa a mayor distancia del centro de la ciudad.

En altura, la casa se compone básicamente de dos plantas. Esta estructura se reparte de igual forma por toda la ciudad, si bien los escasos edificios con más de dos suelos se registran con preferencia en el centro, dado que la escasez de espacio propicia el que se construya en altura.

La composición interna de la casa responde a un esquema simple, al que se le puede adicionar diferentes dependencias en relación al nivel social del propietario, a la situación de la misma o a su peculiar función. En ese esquema primario se encuentra el portal, patio, cocina, una sala baja y dos altas, que se manifiestan en el 98 por 100 de ellas. Ahora bien, las dimensiones de las piezas atienden en especial a la ubicación del inmueble en la zona centro y en este sentido se recogen algunos con portal, patio, cocina y una sala baja, que incluso se ven reducidas a portal, patio y sala baja. Disponer de más espacio no se relaciona directamente con la construcción de piezas habitables, puesto que, en estos casos, las nuevas dependencias son los corrales, caballerizas, pajar o graneros, que se corresponden con el carácter agrícola de esas zonas.

En cuanto a la vivienda de personas ligadas a la nobleza o altos funcionarios, éstas manifiestan una serie de piezas que son inusuales para el resto pero comunes en dicha clase social. Estas son los dormitorios, comedores, escritorios, oratorios, bodegas, amplios patios y jardines.

El uso de las diferentes habitaciones no está definido y a menudo se utiliza una misma dependencia tanto como de sala de estar, comedor o dormitorio; lo que recela un alto índice de promiscuidad familiar. Esto se corrobora con el hecho de que los dormitorios y comedores señalados como tales sólo alcanzan el 10 por 100 en el conjunto de las diferentes piezas y que estos se hallan en las viviendas de propietarios privilegiados.

Esas habitaciones estaban unidas entre sí y se pasaba directamente de una a otra, puesto que las casas que disponen de corredor, a lo largo del cual se distribuyen las dependencias, suman 35, cifra realmente imperceptible en el conjunto de la ciudad.

Es importante destacar la inexistencia de cualquier alusión a piezas destinadas a servicios higiénicos, por lo que sus habitantes seguían realizando sus necesidades fisiológicas en recipientes cuyo contenido se arrojaba a la calle, si bien avisaban con el conocido grito de “agua va”, hasta que, a finales del siglo XIX, Crapper ideara el prototipo del actual retrete. Con ello se deduce que el aspecto de las calles dejaría bastante que desear en cuanto a su limpieza, ya que el hedor y la suciedad serían habituales, a la vez que con las lluvias la vía se convertiría en un lodazal, como ocurría también en otras capitales andaluzas. Por último, la presencia de numerosos almacenes, despensas y bodegas; señala, por un lado, el carácter comercial de la ciudad y, por otro, una cierta previsión en la población frente a las crisis agrícolas o bien a posibles ataques externos, hechos ambos que obligaban a tener almacenados distintos productos.

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Puerta de Atarazana Manzanas 1 y 19 Manzanas 15 a 17 Manzanas 13 y 14 Manzanas 10 a 12 Manzanas 5 a 7 Manzanas 1 a 4 Manzana 18 Vista aérea Calle Muro de Puerta Nueva Calle Especiería Calle Cisneros Calle Carnicería Atarazana